Impulsar cambios es la acción que puede suponer una transformación radical a nivel tanto individual como colectivo en la vida personal y profesional de las personas.
Transformar a las personas, hacerlas dueñas de su caminos vitales y capaces de tomar decisiones acertadas son los objetivos principales de las sesiones que buscan impulsar cambios.
¿En qué consiste exactamente esta estrategia?
Se trata de una nueva técnica corporativa que pone el foco especialmente en los líderes y directivos empresariales como agentes productores de esos cambios sobre sus equipos.
En la actualidad, se espera de estas personas que gestionan personas y se encuentren en puestos de responsabilidad que no solamente organicen, supervisen, dirijan e impongan a sus subordinados.
En plena revolución digital, se están replanteando unos nuevos esquemas relativos a la toma decisiones, así como un mayor conocimiento de gestión del cambio dentro de las organizaciones.
Es necesario que estos profesionales trabajen la energía física, mental, emocional y vital, solo de esto modo experimentarán el cambio de forma positiva y serán capaces de impulsar cambios en sus equipos.
Porque se trata precisamente de eso, de tener la capacidad de generar en los demás aquellos cambios necesarios para transformar su vida, incorporando nuevas y positivas filosofías y capacidades que dotan de gran fuerza.
El cambio es algo que los líderes en las sesiones deben perseguir cada día y algunas de las técnicas que se proponen para la consecución de este fin son las siguientes:
- Reforzar la cultura del esfuerzo.
- Hacer ver que lo que se toma por obstáculos puede ser palancas de oportunidades.
- Enseñar divirtiéndose para que los enseñados aprendan divirtiéndose.
- Transmitir optimismo.
- Generar visiones de futuro.
- Impulsar la innovación.
- No castigar el error.
Los líderes que saben impulsar cambios tienen muy en cuenta que todos los miembros que forman parte de una organización son piezas clave en el éxito de la misma, por esta razón, trabajan para potenciar el valor que todos ellos tienen.
El cambio, según dicen los expertos, debe ser continuo y constructivo para alcanzar un resultado altamente positivo. Además, no cabe el miedo cuando se trata del cambio, ya que peor en muchos casos suele ser el estancamiento.
Por supuesto, las empresas deben saber conjugar la gestión del cambio con las cuentas de resultados, aunque, por lo general, el cambio generado en la plantilla suele repercutir beneficiosamente a tanto medio-largo plazo, como a corto plazo.
Pero ¿tienen los líderes las competencias adecuadas para dirigir el sistema de gestión de la organización? ¿Saben cómo motivar a sus equipos de personas para que se comprometan con los proyectos de cambio y lleven al éxito a la organización?
En muchas ocasiones esto no es así, por lo que es conveniente contar con formación específica dirigida a líderes y directivos para conocer cómo impulsar cambios en sus equipos. Se apuesta así por el talento, los propios cimientos de cualquier organización.
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