¿Sabes cuál es la principal diferencia entre oír y escuchar? Hablamos de escucha activa sólo en los casos en los que el oyente mantiene la atención del mensaje y puede elaborar juicios reflexivos acerca del tema a tratar.

Cuando nos movemos en un ámbito profesional, resulta imprescindible aplicar los principios de la escucha activa para que el trabajo resulte más eficiente y la relación entre compañeros mucho más fluida.

Además, para buscar el crecimiento profesional deberemos aplicar los principios de la interacción. No debemos olvidar que estamos hablando siempre de forma bidireccional, es decir, hablamos de un intercambio de mensajes. Porque la escucha activa es recíproca o no existe.

¿Cómo escuchar en vez de oír?

Escuchar no es algo tan sencillo como puede parecer. Los oyentes activos utilizan técnicas verbales y no verbales para mantener toda su atención en el emisor. De esta manera, se favorece la capacidad de concentración y se implica el receptor en la conversación, lo que ayuda a garantizar que el orador sepa que el receptor está concentrado y comprometido con la conversación.

A nadie le gusta sentir que está hablando con una pared así que, en lugar de pensar en lo que podrías decir cuando el emisor termine, considera con atención sus palabras y retén la información para poder utilizarlo posteriormente y demostrar que has estado escuchando.

Tipos de escucha activa

No saber escuchar de forma activa puede representar diferentes problemas ya sea a la hora de negociar, delegar, gestionar conflictos o trabajar en equipo. Por ello en Plan de Acción creemos que es una habilidad muy importante de adquirir.

En función del nivel de entendimiento que logremos en cada conversación, determinaremos un tipo de escucha u otro.

  • Apreciativa: cuando tan solo escuchamos, pero no prestamos atención.
  • Selectiva: se escucha prestando atención tan solo a la información que al oyente le interesa.
  • Discernitiva: Es un tipo de escucha que extrae las ideas principales del mensaje.
  • Analítica: Cuando estudiamos las relaciones entre las ideas del mensaje.
  • Sintetizada: Se toma la iniciativa en la comunicación.
  • Empática: interpretamos el mensaje poniéndonos en el lugar del emisor
  • Activa: cuando escuchamos con atención, entendiendo el mensaje en su totalidad

¿Por qué es tan importante la escucha activa en el ámbito laboral?

Mostrar habilidades de escucha activa te hará destacar entre los demás y aumentará tu valor como empleado. Cualquier empresa quiere contar con una persona que no solo escuche, sino que también participe en la conversación y aporte sus propias ideas basadas en lo que ha escuchado. Tan solo escuchando podremos retener la información y aprender de otros.

  • Es útil para establecer conexiones. Si practicas la escucha activa en el ámbito laboral, tus compañeros se sentirán cómodos compartiendo información contigo por que sabrán que realmente les prestas atención y sabes escuchar. De esta manera, recurrirán a ti cuando se les presente un problema o necesiten compartir información. Esto te ayudará a crear nuevas relaciones e incluso a encontrar nuevas oportunidades que no esperabas.
  • Los demás confiarán en ti. Si los demás saben que pueden hablar contigo de forma distendida sin interrupciones y sin que los juzgues, es más probable que confíen en ti. Es una habilidad muy útil si conoces a un nuevo cliente. Si logras que este confíe en ti, serás la persona a la que recurra cuando lo necesite, y cuando menos te lo esperes, habrás creado una muy buena relación con él.
  • Es una herramienta útil para evitar cualquier pérdida importante de información.  Si prestas toda tu atención, probablemente recordarás detalles concretos. Esta es una herramienta muy importante si te están dando instrucciones a cerca de una tarea. Si tu superior tiene que escoger una persona para dar un mensaje y conoce tus habilidades, no cabe duda que serás tú la persona que escoja para encomendarle dicha tarea.
  • Es útil para identificar y resolver problemas. Escuchar de forma activa te ayudará a detectar cualquier dificultad a los que se enfrentan o los problemas que puedan existir dentro de los proyectos. Cuanto más rápido seas en su detección, antes podrás encontrar una solución o crear un plan para abordarlos.
  • Podrás aumentar tus conocimientos y comprensión. Cuando escuchamos siempre aprendemos algo. Estar en continua formación y aprendiendo siempre cosas nuevas, es una habilidad muy valorada en el entorno laboral. La capacidad de retener información, te ayudará a comprender mejor cualquier tema y memorizarlo, para poder ponerlo en práctica en el futuro. No debes preocuparte si al principio te cuesta un poco mantener la atención en conversaciones muy largas. Estamos convencidos que con la práctica y el tiempo irás mejorando de forma progresiva.

¿Cómo pongo en práctica estas habilidades?

  • Céntrate en lo que estás haciendo: Cuando estás a muchas cosas, es muy fácil tener un despiste y pensar en otras actividades o tareas pendientes. En este caso, deberás hacer un esfuerzo consciente para estar al cien por cien en la conversación. Olvida lo ajeno y céntrate en lo que tu interlocutor tiene que contarte. Elimina distracciones e intenta hablar en un lugar tranquilo. Algunos trucos para mantener la atención podrían ser: fijar la mirada en el interlocutor, sonreírle, o hacerle alguna pregunta sencilla cuando haya terminado de hablar.
  • No interrumpas: Presta toda tu atención a la otra persona, de esta manera, mostrarás también tu respeto hacia ella. Así, habrá muchas menos posibilidades de que entiendas el mensaje de forma errónea o te pierdas en mitad de la conversación. Si alguien te está contando algo que ya conoces o no te interesa, se educado y no lo interrumpas.
  • Empatiza, ponte en el lugar de la otra persona. Cuando alguien te pide ayuda, probablemente no esté pasando por un buen momento o necesite que alguien le guíe. Esto no significa que no puedas darle tu opinión, sin embargo, deberás hacerlo con respeto y delicadeza si la situación lo requiere.
  • Pide todas las aclaraciones que necesites. No te quedes con dudas. Hacer preguntas es un buen indicador de que la persona te está prestando atención. Pide todas las explicaciones que necesites para asegurarte de que entiendes lo que te están exponiendo.
  • Conoce a tus compañeros de trabajo. Estos no tienen por qué ser tus amigos, sin embargo, pasarás bastante tiempo con ellos, por lo que vale la pena dedicar algo de tiempo a conocerlos. De esta manera, sabrás qué necesitan en todo momento y cómo puedes ayudarlos para que el trabajo en conjunto de mejores resultados.

Como podemos observar, la escucha activa es una habilidad que se aprende y que puedes mejorar con la práctica. Utilizarla en tu puesto de trabajo te ayudará a establecer mejores relaciones profesionales. Así que ya sabes, presta atención, demuestra comprensión y responda de forma adecuada para convertirte en un oyente activo.

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