Los roles en un equipo de trabajo son fundamentales para lograr el equilibrio y aumentar la productividad.

El trabajo en equipo se vincula de forma directa con la organización y la colaboración. Para que los equipos sean lo más productivos posibles, todos deberán cumplir con sus roles, acorde a las fortalezas de cada trabajador.

Dr. Meredith Belbin identificó nueve estilos de comportamientos diferentes que las personas muestran en su trabajo. Estos roles de grupo los denominamos “los nueve Roles de Equipo Belbin”.

Cuando identificamos todos y cada uno de nuestros roles de equipo, nos aseguramos de que vamos a utilizar nuestras fortalezas de la manera más ventajosa posible para así, gestionar nuestras debilidades lo mejor que podamos.

Se trata de un test de fortalezas y debilidades que nos ayuda a ser conscientes de nuestras posibles dificultades y, por tanto, hacer un esfuerzo para evitarlas.

Los nueve roles de un equipo podemos dividirlos en tres grupos: los roles de acción, los roles mentales y los roles sociales.

Los roles sociales

Los roles sociales son aquellos definidos por sus características personales, es decir, por su carácter y por cómo esto motiva de una manera muy concreta la resolución de conflictos. Dentro de los roles sociales encontraríamos a: el investigador, el cohesionador y el coordinador.

Investigador de recursos:

Persona extrovertida y entusiasta a la que la gusta comunicar. Busca oportunidades y desarrolla contactos, aunque a veces puede ser demasiado optimista y puede perder el interés una vez el entusiasmo desaparece.

Este tipo de personas cuentan con habilidades sociales y disfrutan de explorar diferentes opciones novedosas como encontrar oportunidades de mercados potenciales para la empresa o de hablar con los interesados cuando hablamos de lanzamientos de productos. Suelen albergar una actitud positiva, ella es la que los convierte en generadores naturales de relaciones o facilitadores de negocios nuevos.

Dado a que este tipo de personas les gusta relacionarse con otras personas, suelen obtener un gran éxito en la venta de productos.

Cohesionador

Persona que coopera haciendo un buen uso de la percepción y diplomacia. Escucha e impide los enfrentamientos, aunque a veces puede mostrar indecisiones en situaciones cruciales y puede tender a evitar las confrontaciones.

La personalidad extrovertida de los cohesionadores los ayuda a funcionar muy bien con otras personas y a escuchar a sus compañeros de equipo. Estos miembros del equipo suelen adaptarse fácilmente a los cambios en el entorno y saben cómo armonizar cuando surge algún conflicto. Si un miembro del equipo cuenta con demasiado trabajo por realizar o tiene una emergencia externa de última hora, los cohesionadores son los primeros en ocuparse y ofrecer ayuda.

Dada su actitud de colaboradores, destacamos a los cohesionadores como responsables de marketing de productos dentro de equipos más amplios.

Coordinador

La persona que opera con este rol, debe contar con madurez, seguridad en sí mismo e identificación del talento. Aclara las metas y delega de forma eficaz.

La persona que ocupa el rol de coordinador puede percibirse como manipulador y puede descargarse de trabajo personal, sin embargo, habrá que tener cuidado cuando se delega en exceso y deja para sí mismo poco trabajo que hacer.

El coordinador es un integrante del equipo con excelentes habilidades comunicacionales. Los coordinadores por lo general ocupan puestos de dirección porque son los que promueven la colaboración y motivan al equipo para lograr cumplir los objetivos. Los demás miembros del equipo respetan a los coordinadores y confían en sus decisiones.

Roles mentales:

Los roles mentales los solemos atribuir a personas muy creativas que encuentran la solución a los problemas más difíciles. Son generadores de ideas y les encanta innovar y probar cosas nuevas. Sin embargo, suelen ser despistados y tener problemas para comunicarse con el resto del equipo.

Monitor evaluador

Suele ser una persona seria, vivaz y estratega que percibe todas las opciones y juzga con exactitud. En ocasiones puede carecer de iniciativa y de habilidad para inspirar a otras personas e incluso, puede llegar a criticar en profundidad.

Este tipo de personas son pensadores racionales y son capaces de dejar las emociones a un lado para resolver un problema. Este rol trabaja mejor cuando se necesita tener conocimientos profundos y un plan estratégico para determinar si son útiles y viables, después toman las medidas necesarias para hacer que esas ideas avancen.

Cerebro

Creatividad, imaginación y pensamiento libre son los tres atributos que les definen. Generan ideas y resuelven problemas difíciles, aunque a veces puede ignorar los incidentes y puede centrarse demasiado en sus ideas, promoviendo así una comunicación ineficaz.

Este tipo de roles son los que ayudan a equilibrar el equipo y prefieren trabajar con lluvia de ideas y afianzando sus propias ideas antes de compartirlas con el resto de integrantes del equipo. Los cerebros prefieren trabajar solos, pero sus aportes son muy valiosos.

Especialista

Entrega, independencia e intereses limitados. Los especialistas aportan cualidades y conocimientos específicos, sin embargo, puede contribuir tan solo en áreas muy limitadas y explayarse en tecnicismos poco relevantes.

Los especialistas conocen en profundidad su campo de acción y prefieren contribuir en un área específica. Estos siguen el mismo patrón que todos los roles mentales, en los que se trabaja mejor en soledad que en grupo. Además, a pesar de ser más independientes, aportan un gran valor al equipo con sus habilidades específicas.

Roles de acción

Los roles de acción son los que atribuimos a las personas que impulsan y dan por finalizadas diferentes tareas. También podemos diferenciar tres roles diferentes: el implementador, el impulsor y el finalizador.

Implementador:

Una persona práctica, confiable y eficiente que transforma las ideas en acciones y organiza el trabajo. Sin embargo, a veces puede ser poco flexible en cierta medida y no aprovechar las nuevas oportunidades.

Como hemos comentado antes, son prácticos y excelentes, mantienen el orden en sus ambientes de trabajo y son muy disciplinados.

Impulsor:

Le gusta el reto, el dinamismo y trabaja bien bajo presión. Tiene iniciativa y coraje para superar los obstáculos, aunque a veces puede ofender los sentimientos de quienes lo rodean.

Son miembros del grupo que hacen que el equipo avance. Son personas de acción que se motivan a sí mismos y al resto pese a cualquier inconveniente que pueda surgir. Se trata de líderes naturales. Cuando se produce una crisis encuentran rápidamente solución.

Finalizador:

Es una persona que se espera, es detallista y busca calidad por lo que busca los errores, los pule y los perfecciona. Sin embargo, es una persona que puede tender a preocuparse en exceso y ser reacio a delegar.

Fiel al nombre, es una persona dedicada a trabajar de forma intensa para descubrir pequeños detalles que buscan la perfección. Estos miembros del grupo pueden ser más introvertidos, pero muy valiosos dentro del ámbito laboral para producir trabajos de alta calidad.

Ahora ya los conoces todos, pero ¿conoces el rol que desempeñas dentro de tu equipo?

Si estos temas te parecen interesantes y crees que suman a tu día a día, te recomendamos visitar el resto de nuestro blog, donde encontrarás otros post interesantes como por ejemplo: Identifica tus aptitudes profesionales.

Esta entrada tiene un comentario

Los comentarios están cerrados.